Qué solos nos dejaste. Te marchaste y contigo ese rayo de luz que siempre te acompañaba. Te fuiste y dejaste a oscuras este reguero de hormigas. Desde entonces, a ciegas y con miedo palpamos cada corazón que recogemos por el camino. A tientas y a trompicones se quiere a este lado del mundo. Miramos al cielo para pedir consejo pero hace tiempo que hemos dejado de esperar. Miramos al suelo porque no hemos dejado de tropezar. Piedra a piedra se nos encallan los pies, cansados de caminar a donde no quieren ir, luchando siempre por andar marcha atrás.
Te perdimos y contigo se perdió el camino. Camino ahora con el corazón resbalando por un agujero del bolsillo. Puede que tengan razón. Te olvidan y con ello olvidan su historia. Dejaste al mundo un poco más oscuro, algo más cansado y mucho más triste que cuando aún tirabas de él. No estás y nubes se cuelan en casa para imponer su ley. No te veo y creo que aún te huelo. No te ven y creo aún nos mienten. Reíste hasta que se agotó el aire en tus pulmones, y el humo que te lo robó aún ríe a carcajadas. Mientras, el suelo gotea, se me han escapado dos gotas saladas.
Lloraste al mundo tu herida y desde que no te siente no ha dejado de llover. Llueven gotas a millones y juro que no son de alegría. El mundo aún lame sus sangrientos bombardeos, y los vientos del pueblo ya no limpian sus lamentos. La casa esta muda y sorda, triste y sola; y el sofá pequeño del salón sigue buscando tu sombra. Sobra mucho espacio en esta casa, pero falta todo lo demás.
Nos faltas a todos, a quien se da cuenta y a quien no. Le faltas a este mundo, y particularmente al mío. Le faltas al bolsillo de mi pecho, a mis palabras, le faltas a mis sentidos y a mis suspiros, le faltas al suelo y al techo. También a las esquinas de las calles. Si pides que sonría…eso esta hecho. Pero le faltas a cada una de mis pulsaciones, y a mis corazones. Te buscan mis perdones, y mis errores ya saben que, sin ti, no habrá soluciones.
Aunque para ser sincero, los que mas te buscan son mis te quiero…
el mundo no está oscuro del todo, tú aún sigues en él. y esa es razón suficiente para que a todos nos merezca la pena vivirlo, aunque a veces no lo merezcamos, y muchas más no lo deseemos..
ResponderEliminargracias por lo que he podido compartir contigo, gracias por lo que todavía nos queda por vivir.
sin palabras..