sábado, 13 de febrero de 2010
Seriamente
Que la vida va en serio. Sí, eso cuenta algún poeta. Y algún cantautor también. Nos hacen imaginarla con traje y corbata. Va en serio, pero no hay que hacerla mucho caso. Tenemos que reírnos de cada tropezón, bromear con que hoy no salieron tan bien las cosas. Reír. Tenemos que reír, porque si no lo hacemos viviendo no se me ocurre otro lugar ni otro momento. Hay que dejarla en paz. Que la vida continúe que ya nos subiremos nosotros cuando tengamos tiempo y un poquito de ganas. Que se escape, que ya volverá a pasar, y en ese momento ya estaremos esperando, pulgar arriba, para reiniciar el viaje. Que se muera de envidia por nuestra compañía, que se de cuenta de que aún con ella enfadada, tenemos nuestros momentos. Que se sienta querida pero no necesitada. Que sepa que no puede jugar con nosotros, que también tenemos fuerzas, y un lugar donde descansar. Que pida perdón si se equivoca. Que recuerde que ella nos necesita, a cada uno de nosotros. Que si nos abandona será la primera en lamentarlo. La vida va en serio sí, pero que ella no lo sepa.
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