viernes, 9 de diciembre de 2011

De palabras y letras.

A mi no me dejas sin palabras, me dejas sin letras, que se asustan y se dedican a revolotear por todos los rincones que encuentran, y no solo en mi cabeza, bajan y me cosquillean los pies, y me revuelven las tripas, revoltosas, inquietas, formando una y otra vez entre esas cuatro letras ese nombre que se acomoda en mis sienes para que lo piense, en mis oídos para susurrar y en las retinas, quedándose allí para que lo mire, y cuando aterrizan en las papilas eres eternamente dulce, y entre todos me obligan a tocarte, porque sentirte es inevitable, por más entretenimientos que tenga en el coco, por más que me guste mi tranquila soledad, acabo arrastrado hasta ti, casi a gatas aunque se vean fuertes mis piernas, y disfruto de la realidad, de todas las realidades que ofreces, y al menos entonces, en forma de risa al menos, las letras se ordenan y cobran sentido ahí fuera, dentro siempre lo tuvieron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario