Fue a plena luz del día; un grupo de hombres encapuchados entró en un edificio de la capital. Iban armados con botes de pintura plástica y brochas de cuatro dedos. "Quieto todo el mundo u os ponemos de pintura hasta los tímpanos!!" gritó el jefe de la banda. Rápidamente desarmaron a los guardias y arrinconaron a la gente a punta de brocha.-"Por favoor, no nos pinte!! tengo hijos! tome, llévese todo mi dinero. Tenga, pero por el amor de dios, no me manche!!", gritó una señora; a la que se sumaron súplicas similares: -"Tengan, mi reloj! Es de oro. Piedad!!" -"Mis joyas, todas mis joyas, cójanlas, por favor, de rosa noo!!".
-"Quietos!! Al suelo o les pinto el maldito arcoiris con todos sus colores!!! ... jaja ja, pobres idiotas. Guardar vuestro dinero y vuestras joyas!!. Sé que no lo entendeís. Sé que el único color que os mueve es el dorado!, pero hoy algo va a cambiar: hoy pintaremos vuestras calles, vuestras fachadas, vuestros despachos, vuestras fronteras, vuestras xenofobia, vuestro egoísmo, y vuestra ambición. Colorearemos vuestras banderas; mancharemos para siempre vuestras vidas de mil colores distintos!! Siento informarles, mis monocromáticos amigos, de que hoy, estos muchachos y yo, le daremos un nuevo tono a la historia.."
Apenas llenaron cinco minutos en el informativo del mediodía: "Tras largas horas de tensas negociaciones, el grupo de asaltantes; radicales, fuertemente armados y muy peligrosos, fueron abatidos en un intercambio de disparos con las fuerzas del orden cuando..."
Todo lo que se contaba a continuación era una reiteración partidista de todo lo anterior. Destacaba la valentía asombrosa de las fuerzas del orden y remarcaba y alertaba de la inmensa agresividad de los "delincuentes". Qué irónico, los "peligrosos" rebeldes mueren abatidos a tiros por unos agentes que tenían miedo de dos tristes brochas y un color que desconocían pintado en los ojos de aquellos hombres; y una historia que aparece amputada a la altura en la que la verdad y la diversidad cromática quedan rezagadas, se convierte en realidad a martillazos...
Y es que la historia la cuentan los vencedores, y hace tiempo que el morado se tiñó de rojo a base de muertos. Hace mucho tiempo que una bandera se perdió por el camino.. Por eso, los vecinos creerán que las fuerzas del orden les han salvado de una catástrofe segura, charlarán en los bares y contarán a los nietos aquella vez en la que se sintieron al borde del abismo... y los que sepan la verdad serán tenidos por locos, o lo que es peor aún serán locos retenidos...
¡Algún día los locos saldremos a la calle, y esta vez prometo que será para quedarnos!
(abril 2008)
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