sábado, 26 de septiembre de 2009

cuento de otoño: el viejo

Salió a la calle y aspiró con dificultad el aire húmedo. Lo imagino tropezando con casi todos los adoquines de la calle recién puesta. Era la primera vez que Basilio se dirigía derechito a su tumba, así que no tenía una sensación con la que comparar aquella sombra que le cubría. Él había pensado celebrarla en primavera, así la gente quizás lloraría, si no por su muerte, al menos debido al nacimiento de las flores. No parecía estar de humor. Supongo que en tales circunstancias las arrugas deciden por uno. El maldito otoño en su ciudad no respetaba leyes de dios, ni deseos de artistas: se acostaba estivo y levantaba vestido de invierno. Fue hasta el final de su calle, me contaba luego, y encontró todos los semáforos en negro. Cabe esperar que en el día irremediable, el camino que uno ha de seguir esté señalizado de algún modo, o quizás que una mano todopoderosa te empuje en un sentido determinado. No fue así. Basilio, hombre tan harto de experiencia como falto de decisión, debió sopesar las alternativas torciendo la boca a un lado y otro. No llegó tarde, porque ya era ajeno al tiempo. Llevaba dos periódicos bajo el brazo. Me saludó con energía. He hecho posteriormente el esfuerzo por recordar cada uno de sus gestos. El suave temblor de sus manos, la conversación tranquila, la caida de sus párpados, la voz firme, el líquido de sus ojos, los silencios placenteros. Era un hombre formidable aun en la marchitez. Rechazó algo de beber, él mismo fue hasta la cocina y volvió con medio vaso de agua. Ahora me parece realmente macabro el ‘estoy de paso, no quisiera caer muerto en tu casa’ que dijo en asomo de sonrisa. Se sentó en otra silla distinta. Me miraba distraído. Hablaba de la crisis con la elocuencia de un profesor de economía, parándose unos segundos a saborear el agua. Recuerdo ruido de claxones, voces en la escalera. Muy lejos de él. Miré el reloj al tiempo que la manecilla larga caía pesadamente sobre el doce. La esfinge de Basilio ya no quiso rebatir mis argumentos.

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