Mentirte un poquito, para seguir en tu mundo; y así, a poquitos, para que el mundo siga, no se nos quede parado. Rezarte a veces con sumo disimulo, repasar las negras cuentas de tu pagano rosario que acabó en mi bolsillo. Retarme a escribir unos cuantos infinitivos que suenen a nuevo, sólo hasta la una y pico, no hay que madrugar, si sale alguna frase bonita me perdonarás que sea repetitivo. Hacer de los celos mi fondo de escenario. Mirar en la agenda cuando tengo un hueco para amarte, si eso lo dejamos para el año pasado, ando liadísimo últimamente. Burlarme de todo, la rima facilona sale sin querer, echarle imaginación y elegir si llegar pronto o tarde a ninguna cita. Irme por las ramas, sacar dosmil metáforas de las mangas, exagerar: paraíso, infierno, amor y medio, y dolor mortal; que es lo mismo pero más sonoro, que cosas como verte, un frío de cojones, nos echo de menos o un jueves normal. No ser buena persona, desesperar por tu cielo, y no por el de verdad.
A nadie cabe ya engañar, sonreíd compasivos amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario