martes, 5 de octubre de 2010

kokebe abre fuerte los ojos

y sueña, se esfuerza en recordar su cuerpo sin dolor, mira fijamente al frente, siempre hacia el frente, trata de olvidar, mastica el aire, muere imaginando que será mañana cuando se haga grande, cuando la sombra pase. Se encoge en una estrechísima acera, a la altura del hierro de los coches y los pasos, lentos pies descalzos, rápidos zapatos brillantes, que se detienen a mirarlo o que a duras penas evitan pisarle. Cae a su lado un billete gris, pequeño alimento, medicina, vida y futuro de sólo papel, junto al denso charco rojo de sueños que ahora le baña, que escapa de su boca.

1 comentario:

  1. me da ganas de vomitar :( confieso que no he podido releerlo. no sé si decir que prometo que la próxima vez le llevaré donde las monjas..

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